Aprovecha bien tu Ayuno: Medita
Durante la inhibición de ingesta de alimentos o ayuno, bien sea parcial o total, o usando el sirope de savia, zumo de limón y pimienta de cayena, se recomienda realizar ejercicios de meditación.
La meditación es una práctica en la cual las personas, para conseguir un beneficio, capacitan su mente, entrenándola e induciéndola en un modo de conciencia. Existen variadas técnicas de meditación y algunas se apoyan en ejercicios de relajación para conseguir ese estado de conciencia de sí mismo, algunas personas meditan para resolver situaciones, para encontrar estados de paz, para tranquilizarse, para perdonar, para visualizar una meta, en fin, existen muchos propósitos para meditar.
Durante el ayuno, como parte de un sistema de purificación y sanación, la meditación es un proceso de ayuda para acelerar energéticamente nuestro organismo y purificar estados emocionales que también intoxican nuestra mente. La meditación enfoca un estado de bienestar para cualquier actividad que vayamos a emprender, incluyendo el ayuno.

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Las amplias raíces de la Meditación
La técnica de la meditación es antigua, las practican los deportistas, los actores antes de una obra, los religiosos, los espirituales, esta técnica autorregula las capacidades mentales, libera de tensiones, depresiones, ansiedades y angustias, algunos de estos estados emocionales pudieran aparecer durante el ayuno, como proceso de purificación y búsqueda de equilibrio personal.
La meditación requiere de la relajación de nuestro cuerpo y mente, a fin de reducir las tensiones y la ansiedad, existen varios métodos de relajación el de la distensión y contracción de nuestros músculos, en donde acostados en una cama o lugar cómodo, comenzamos a contraer y distender los músculos, al contraer inhalamos aire y al distender lo exhalamos, pausadamente, se inicia desde los pies hasta llegar a la cabeza, otra manera es mediante la autogestión o visualización, en una postura cómoda, imaginamos una luz que penetra por cada parte de nuestro cuerpo mientras le indicamos que esta relajado, sano y en paz, concentrarnos en nuestro ritmo cardíaco, respirar lenta y pausadamente, mientras inhalamos aire nuestro abdomen crece y al exhalar este vuelve a su posición original, al concluir irradiar la luz sanadora y relajante, mantener nuestra mente en blanco o con recuerdos de alegría y satisfacción, imaginando que estamos en lugar placentero, en contacto con la naturaleza, respirando y oliendo el paisaje. Los ejercicios de relajación se pueden hacer acostados, sentados o parados.

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Dos propuestas de Meditación para tu Ayuno
Existen numerosos ejercicios de meditación, puedes buscar y elegir el que se te haga más acorde a necesidad y estilo de vida.
A continuación te ofrezco dos de ellos.
- 1.-Tecnica del Indalo, en ella se explica que meditar en el Universo es la toma de conciencia significativa de lo que somos, para qué estamos y nuestra misión y propósito de vida. En ella se usa el método de colocarse sentado en el piso recitando mensajes de apertura a la sabiduría usando el pronombre yo, invocando respuestas para entender y comprender algo, buscando la guía necesaria:
- …Yo te pido que……guíame a entender…….. .
- Expresar afirmaciones:
- Yo estoy abierto a……y a sentir mi existencia en diferentes aspectos.
- Agradecer a tu Dios (El que cada uno siente para sí) y al Universo:
- Yo Dios, Universo, etc…te agradezco por………..por darme vida, sanarme, escucharme y cuidarme en situaciones. Agradezco a Dios…al Universo por………………..la abundancia, el amor, la paz…..etc. Recibo de ti bendiciones, amor, paz, armonía, protección.
- La idea es usar estas consignas y adecuarlas a nuestra situación, podemos escribirlas antes, podemos enunciarlas dejando florecer nuestras emociones.
- Usar la postura del Indalo, de pie, acostado, sentado con los brazos abiertos en actitud de recibir las bendiciones. Posteriormente colocas tus manos juntas en el pecho, vuelve a adoptar la postura del Indalo repitiendo varias veces este ciclo. Inunda tus expresiones de enunciados positivos.

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- 2.- Meditación y Respiración:
- Ubica el motivo para meditar, puede ser para alcanzar una meta, mejorar tu capacidad mental, para sanarte, para perdonar, para conectarte espiritualmente, que no sean complejos, que sean concretos y viables, recuerda que la meditación es una liberación de situaciones y hábitos cotidianos.
- Colócate en una espacio confortable, tranquilo y sin interrupciones, puedes acondicionarlos con velas aromáticas o palillos de incienso, debe ser en luz tenue, sin ruidos.
- Siéntate sobre un cojín cómodo, o en el suelo, la idea es que tu cuerpo se sienta bien y placentero.
- Usa ropa cómoda, y antes de iniciar el proceso, debes satisfacer tus necesidades más básicas. Sed, ir al baño, entre otras, este tiempo es para ti, no permitas que nada ni nadie te distraiga
- Con la espalda erguida, siéntate sobre el cojín, las piernas cruzadas como hindú, o estiradas, tus brazos descansando sobre tus piernas o estiradas, como te resulte mas cómodo, pon la alarma del tiempo que desees meditar.
- Puedes cerrar tus ojos e inclinar tu barbilla sobre el pecho, inicia con respiraciones profundas inhalando por la nariz y expulsando el aire, relaja tu mandíbula con la boca cerrada.
- Ahora céntrate en tu respiración, en como entra por tus fosas nasales, como llegan a tus pulmones, disfruta y siente el acto de respirar y oxigenar tu cuerpo, siente la experiencia. Concéntrate en tus respiraciones.

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Resumiendo este Ayuno & Meditación
Cuando adquieras la suficiente práctica, tu concentración se puede desviar a visualizaciones, a oraciones, a peticiones e iluminaciones. Al inicio se te puede dificultar concentrarte en tu respiración, ya que tu voz interior te retumba en los pensamientos, no te enojes, solo regresa a centrarte y empieza por periodos cortos, 2-3-4 minutos y extiende el tiempo en tres veces al día, practícalo diariamente, aun cuando hayas dejado el ayuno y veras los resultados

