
- Arce y palma, 100% puro
- Grado C máxima calidad
- Máxima concentración mineral
- Excelente sabor
- Es el mejor, y el precio es algo más elevado
- Muy demandado en verano.
- Para el Ayuno, no casa bien con el zumo de limón

Una persona no iniciada en la Dieta del Sirope de Savia, podría caer en el mismo error. Tomar la Dieta del Sirope de Salvia, con el único objetivo de adelgazar. El problema no está en sí, en ello. El problema aparece cuando esa persona no presta atención a mente y cuerpo de forma conjunta. Es decir, no dialoga con su mente lo que va a hacer, ni está atento-a a los diferentes estados que le regala el ayuno, o bien impone a su cuerpo a una acción que aunque beneficiosa, es bastante drástica, -el ayuno- si escuchar que tal vez el cuerpo no está preparado, necesita más descanso para llevarlo a cabo, etc.

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El Buen Diálogo entre Mente y Cuerpo
Nombro esto porque va muy relacionado con el hambre. De hecho hay dos situaciones que se dan muy a menudo:
- Una persona hace la dieta, y pasados los 2-3 días críticos, tiene un hambre imposible de contener.
Puede ocurrir, que nuestro cuerpo no esté preparado para la dieta. Normalmente por motivos físicos o psiquicos. En la dieta del Sirope de Savia, a partir del 3 día aprox, comienzas a no sentir un especial hambre, es como si el impulso que nos llama a visitar la nevera desapareciese, convirtiéndose en un mero trámite como cualquier otro.
Si seguimos sintiendo gran hambre, nuestro cuerpo nos está diciendo, que no puede con ello, tal vez estás algo enfermo o algún órgano está un poco tocado. También es posible que tengas gran estress, y se estén alterando los procesos metabólicos (Como pasa en ocasiones en las huelgas de hambre).
En ese caso, déjalo, no hemos venido a este mundo para sufrir, y menos para dañarnos. Ya habrá otra ocasión. - La persona que hace la dieta, no tiene hambre, pero siente una gran ansiedad.
Una de las aportaciones más maravillosas que nos da la Dieta del Sirope, es la de «desconectarnos» de nuestra adicción a la estimulación con la comida, y a las adicciones en general. Graba un mensaje en nuestro subconsciente:No lo tengo (el sujeto de adicción), y aquí estoy, bien, genial, incluso mejor que sin mis ataduras
Es realmente estimulante.
Si, tras llevar un cierto tiempo con la Dieta del Sirope de Savia, digamos un 40-60% de esta, lejos de haber entrado en una cierta sensación de ligereza, de desconexión con ciertas «pequeñas esclavitudes» como el café mañanero, o la toma de dulce a la hora de la merienda, estás nervioso-a, tienes cierta ansiedad, nerviosisimo e intranquilidad: con toda seguridad no estás teniendo un buen diálogo con tu mente. Tal vez tienes unos problemas que necesitan de toda tu energía para resolverlos, tal vez estás utilizando la dieta como excusa «Voy a ponerme cañón para enseñarle a una ex de lo que estoy hecho-hecha».
Igual que en el otro punto, o bien, te sientas a hablar contigo, y te dices de verdad lo que hay, buscando un diálogo para regalarte un proceso de limpieza mente-cuerpo, o sin ningún tipo de culpa lo dejas tranquilamente, dedicas toda tu energía a lo que necesitas ahora, y en el futuro abordas la Dieta con toda tu concentración.

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Porque no tenemos hambre, pese a «no comer»:
Dependiendo de la cantidad de preparado de Sirope de Savia vamos a ingerir entre 500 y 1000 calorías diarias, además de las diversas vitaminas, sales, etc, que ya hemos nombrado. Obviamente esta cantidad es inferior, o incluso muy inferior a lo que habitualmente consumimos, sin entrar ya en personas que no cuidan su alimentación.
¿De dónde entonces sacamos los nutrientes? ¿Voy a desfallecer de hambre?
Antes de proseguir, es bueno que describamos el proceso que va a experimentar nuestro cuerpo:
- Primeras 24-72 horas:
Va a ser el periodo normalmente más crítico, no tanto por que realmente tengamos hambre, como pura necesidad fisiológica, sino por la dependencia psicológica que poseemos.
Durante ese tiempo, nos alimentaremos del glucógeno existente en la sangre, en los músculos y el hígado, además de nuestro Sirope. Es a partir de entonces, cuando ese glucógeno interno se va a ir acabando (En nuestro caso, menos que en un ayuno, dada nuestra ingesta de Sirope), entrando en una hipoglucemia moderada, que va a pedir a nuestro cuerpo que se adapte a la situación, como por ejemplo disminuyendo la necesidad de vitaminas que necesitamos en los procesos digestivos para fijar ciertos elementos a nuestro organismo. - A partir del 4º día de la Dieta del Sirope:
A partir del 3-4º día, la hipoglucémia se estabiliza y el cuerpo comienza a requerir a las reservas de grasas que aporten su condición de poderoso combustible orgánico. Es a partir de entonces cuando tu necesidad de comida, tu hambre si todavía la tenías, casi desaparece, convirtiéndose en un algo latente, pero de lo que puedes prescindir.

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¿Entonces… no pasas hambre?
Mentiría si dijera que no, claro que sí, pero de una manera distinta, por ejemplo, a ese quemazón cuando llega nuestro turno habitual de comer, y nos hemos pasado de hora
Si bien los 3 primeros días , sufres de cierta hambre ansiosa, tanto por la ausencia de esa acción que te copa tanto tiempo, como de cierto enganche psicológico, a partir de esa fecha, la persona entra en otro ritmo.
Es algo así como si algo bajara las revoluciones, y un cierto sonido adormecedor desapareciese. Digamos que en determinados momentos sientes hambre, pero la sensación es una sensación algo lejana. No lo experimentas como algo vital.
¿Me vendrá el hambre cuando acabe?
Eso de.. «luego viene un efecto rebote y ganas lo perdido y mucho más» es una mentira a medias, más cercano a la mentira que a la verdad.
Es cierto que el cuerpo, ante situaciones de ausencia de alimento, economiza mejor para sacar lo máximo posible. Al igual que una persona que se enfrente a la Dieta con un afán muy cortoplacista, pueda no haber sabido aprovechar mínimamente su esfuerzo por ayunar.
Pero la realidad es que, cuando terminas, tienes mucho menos hambre que al comenzar. No solo porque tus órganos han tomado consciencia de proceso, y te piden menos, sino que habitualmente has conseguido una desvinculación de una de las cadenas habitualmente más vista, la de la dependencia por la adicción, donde, comida y bebida, son gran exponente.
Y es esto último, una pieza fundamental en el éxito de esta Dieta: El ganar capacidad de control de una manera «entendible» para tu cuerpo,
Habría que volver a insistir para finalizar: En el caso de que te sientas especialmente flojo, o mucha hambre, no fuerces la máquina, disfruta de la experiencia, vuelve a tu alimentación de manera escalonada, y piensa en intentarlo de nuevo otra vez.

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